Se trata de un tipo específico de rotonda, muy habitual en los Países Bajos, donde es muy común el uso de la bicicleta.
Desde Tráfico no dejan de trabajar para mejorar, en la medida de lo posible, la seguridad vial al volante. En este contexto, una parte importante de la estrategia pasa por intentar reducir el número de accidentes mediante campañas de concienciación, un mayor número de controles en carretera, así como la modificación o creación de nuevas señales o marcas viales.
A principios del pasado verano, se presentaba la 'Estrategia de Seguridad Vial 2030', como un plan nacional que tiene como objetivo reducir a la mitad en los próximos ocho años "el número de muertes y lesionados graves causadas por accidentes de tráfico". En este contexto, ya se conocen algunas de las acciones que se van a llevar a cabo, entre las que está la "aprobación de un nuevo catálogo de señales verticales y horizontales, así como la colaboración para la promoción de soluciones de diseño seguro de la infraestructura".
Una de estas nuevas señales de tráfico es la P-35. Es triangular con el borde rojo y el interior blanco, por lo que se agrupa en aquellas que indican peligro, y en su dibujo podemos ver dos coches juntos a dos flechas que se cruzan. Esto indica que nos aproximamos a un tramo con carriles trenzados, es decir, hay una bifurcación de dos carriles cuyos vehículos se cruzan, por lo que hay mayor riesgo de que se produzca un accidente por colisión y hay que extremar la precaución.
Qué es una rotonda a la holandesa y cómo circular por ella
En este caso nos centramos en las rotondas holandesas. Se trata de un tipo específico de rotonda, muy habitual en los Países Bajos, donde es muy común el uso de la bicicleta, que es el vehículo que tiene prioridad en este tipo de intersección. Están presentes desde hace unos meses en algunas ciudades de España como Bilbao o Logroño, pero son conocidas por muy pocos conductores. De hecho, buena parte de los que se ponen al volante no saben cómo deben circular correctamente por ellas, lo que puede derivar en peligrosos accidentes de tráfico.
Este tipo de rotondas cuentan con un carril bici en la parte exterior de la misma y los ciclistas tienen prioridad en todo momento sobre los coches. Entre sus ventajas, destaca que tiene un carril separado para este tipo de vehículos de dos ruedas y que hay que circular a una velocidad menor que en las rotondas tradicionales.
Para entrar correctamente en esta intersección, si vas en coche, debes prestar atención a los coches que vienen por la izquierda, pero también a los ciclistas que se aproximan a pasar por delante de ti, ya que, como hemos apuntado, tienen prioridad sobre nosotros. A la hora de abandonar la rotonda, la operación a realizar debe ser similar. Hay que ceder el paso a los ciclistas que quieran pasar por delante de nosotros.
Fuente: cope.es